domingo, 20 de diciembre de 2015

Xavier López

"En este país el fútbol le gusta a todos", "los gays no les interesan los deportes", "TODOS CRECIMOS VIENDO LOS DOMINGOS POR LA MAÑANA A CHABELO".

Cuantas mentiras se dicen alrededor de lo que debe ser, para la mayoría de la población, cuando esas cosas, que se hacen, se dicen, se creen, son solo, y tan solo ciertas para un grupo de la población, la barranca de Amatitán en el estado de Jalisco, no tuvo electricidad hasta el año de 2006, ahí no se puede hablar de una población activa y aficionada a las transmisiones de la selección mexicana, vaya, ni si quiera del equipo mas popular de México pertenecientes a la capital de dicho estado (Las chivas). Error.

Conozco varios amigos gays que les encanta ver su deporte favorito por la televisión o asistir directamente al estadio a presenciarlo, a emocionarse y sufrir por su equipo del deporte que sea. Error.

Con el apagón analógico en todo el país (mas largo que ancho), se calcula que 40 millones de hogares se quedaron sin recibir señal de televisión, que solo se cubrió (mediante una acción populista claro está, mismas que el jefe del ejecutivo federal condena [cuando no las hace él]) un cuarto de los hogares mencionados y otros hogares que cubrieron la necesidad de ver televisión mediante el comprar TV's de plasma, LCD y LED; muchos (es cierto) pero no todos, se quedaran sin ver la despedida del hombre de 13 años de edad, que durante 47 años divirtió a todas esas personas que contaron con televisión en sus hogares (habría que preguntar a los adultos de Amatitán, cuántos de ellos vieron a Chabelo si no tenían electricidad).

No hay que negar que sí, que Xavier López interpretando a Chabelo traspasó la barrera generacional, que encontró un producto, lo desarrollo y lo vendió un rato -vaya que sí-, cuántas le daremos, tres generaciones, para no vernos mal... tres generaciones que saben que son la catafixia; que si escuchan el compás de "si los niños gobernaran el mundo..." la cantarán; que si escuchan esa voz chillante sabrán que quién se trata.

Pero habémos  adultos que si bien sabemos lo anterior, podemos decir que los domingos eran familiares y de despertar tarde, que desperdiciámos un solo domingo de nuestras vidas para ver "en familia con..." y dijimos "esto no es para nosotros", habemos esa generación (es) dentro de esas generaciones, que crecieron a la par, libres -si me lo permiten- del estruendoso y cagante timbre de voz de Chabelo.

Se va "en familia con..." último programa de la vieja guardia del imperio de entretenimiento e información creado por el tigre. Xavier, Raúl y Jacobo representaban muy bien lo que era la televisión concesionada al servicio del Estado, Xavier y Raúl entretenían como ellos entendían que se debía, apegados a un sistema de valores previamente autorizados en la oficina de Azcarraga Milmo -quién no recuerda las palabras de Raúl al presentar a Kaoma con su lambada- "ellos le ponen su estilo y nosotros (mexicanos) no tenemos porque adoptar esas prácticas". Así a Xavier le quedaba el encargo de entretener y venderles toda la basura que produce la más rica industria de entretenimiento, la industria de productos para niños.

Jacobo al servicio de estado e informando lo que le decían y lo que el creía era correcto, Raúl entreteniendo a la familia los domingos (pinche "siempre en domingo" duraba todo el domingo) y Xavier que moldeaba las mentes jóvenes y las encaminaba a un "american way of life".

Chabelo representa mucha de la putrefacción que nuestros padre y hermanos mayores tuvieron que soportar en un régimen totalitario, dentro de una "dictadura perfecta" diría Vargas Llosa.

Así que no recordemos con nostalgia a alguien que sirvió al rancio Estado-PRI, celebremos que las nuevas generaciones no tendrán que soportar a un anciano haciéndose pasar por niño, que era algo que ya no compraban los niños de estos años ni los milenials.

Que bueno que te sacaron Xavier, qué bueno!

1 comentario:

  1. Ciertamente, Chabelo fue una gran instrumento del Estado. Y este Estado que lucha por seguir presente en todos los hogares (regalando teles para que nadie se quede sin su novela después del apagón analógico) sabe que tiene que renovar sus estrategias, sabe que Televisa ya no es lo único que podemos ver, que los morros milenials y las generaciones adyacentes somos nuestros propios curadores de contenido gracias a Internet y los diferentes modos de acceder a ésta. Por lo tanto, Chabelo ya caducó. Y me alegra. Creo que en toda mi vida solo una vez vi su programa, porque me levanté temprano y no había nada más en la tele. Luego ya no lo volví a hacer y preferí despertarme tarde. :D

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